Mi gata duerme uffff, parece increíble. Vio que me sentaba en la máquina y enloqueció. Comenzó a correr erizada por toda la casa, con los ojos extraviados y chocando en todas las esquinas. Pensó que debía acariciarla, y considera que es una verdadera injusticia que yo haya optado por sentarme frente a la computadora en lugar de prodigarle unos mimos y la atención necesaria. En fin, los gatos suelen ser un poco egoístas creo yo.
No se me ocurriría por ejemplo, pensar que Renata pudiera correr a recibirme cuando vuelvo a casa, y sin embargo lo hace!!, además de sorprenderme con un maullido extremadamente amistoso.
Estas cosas me descolocan, entonces considero la posibilidad de haber sido un poco dura en mi juicio hacia la especie gatuna y Renata empieza a recibir todas mis atenciones.
Sucede así con los gatos, hasta que un día pones especial atención al momento en el que tu gato avanza a recibirte cuando llegas a casa, pero esta vez lo observas. Observas sus movimientos, su actitud y ese seductor saludo resfregando tu pierna con el que te lleva inevitablemente a la cocina. Y entonces descubres algo increíble, descubres que tu gato te ha "engatuzado" por completo porque jamás te habías preguntado antes, cómo es que llegabas siempre allí.
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