Interesante pregunta y complicada también, porque a mi entender la permisividad está íntimamente ligada a las códigos y valores de cada ser humano, y como existen múltiples diferencias culturales, de educación y de crianza entre nosotros, por lo general intentamos acordar ese límite con nuestros mismos semejantes.
El problema no es ser permisivo o no serlo, sino encontrar una forma de permisividad que sea aceptada por las 2 partes.
Al no vivir en una isla sino en una sociedad, se nos hace imprescindible un diálogo en el que cada una de las partes exponga su postura. El acuerdo más justo será aquel que nos permita actuar con la mayor libertad posible y sin lastimarnos.
Lamentablemente en ese acuerdo siempre deberemos ceder algo de nosotros, pero seguramente nos equivocaremos menos y nos enriqueceremos más, porque habremos puesto todas las cartas sobre la mesa al dejar claros cuáles son nuestros propios límites internos, sin necesidad de prescindir de ser nosotros mismos.
A MIS QUERIDOS AMIGOS
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