En mi opinión, ninguna creencia ciega nos hace libres. Creer ciegamente en algo o en alguien nos vuelve fanáticos y dependientes, nos convierte en arrogantes maestros pretendiendo enseñar lo que aún no hemos aprendido. Creer ciegamente nos lleva a cerrarnos obstinadamente, al descubrimiento de nuevas profundidades, en nosotros mismos y en los demás.
Mi idea es que debemos mantener nuestras creencias, siendo concientes de que sólo se trata de "nuestra" verdad, pero debemos aprender a escuchar otras verdades y abrirnos así a la posibilidad de modificar o enriquecer la nuestra.
A MIS QUERIDOS AMIGOS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario