A MIS QUERIDOS AMIGOS

No nos iremos, no podemos irnos... y además, aunque desaparezcan nuestras preguntas siempre habrá nuevas. Parece que los dioses internáuticos "pisaron el palito". ¿Quién iba a creer que la Pc pudiera darme la oportunidad de expresarme con temas "no convencionales"... o temas que no aparecen publicados ni en las revistas ni en los diarios?...

viernes, 13 de marzo de 2009

¿Y si Dios eres tú? ¿Lo has pensado o el tema te quema?

Claro que no me quema el tema, el problema es que las instituciones eclesiásticas han manipulado las enseñanzas religiosas de tal modo, que a la mayoría de las personas les resulta mucho más fácil "humanizar a dios" que "endiosar al ser humano".

Frases como "estamos hechos a imagen y semejanza de dios", o "yo soy el camino, la verdad y la gloria", han sido transmitidas por la iglesia con el único propósito de marcar diferencias entre dios y los seres humanos, tergiversando así, el verdadero sentido que tuvieron en su momento.

Si existe una energía superior que nos mueve, llamémosla dios o no, energía que es esencialmente la misma que la nuestra (de ahí la semejanza), y si además la frase " hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo", nos muestra claramente que "como es arriba debería ser abajo", no entiendo qué puede impedirnos pensar que somos dioses potenciales. En todo caso, al pensar que no lo somos estamos negando esa misma Fe que durante tanto tiempo el hombre se jactó de profesar.

Muchos son los que inconcientemene profundizan la destrucción del mundo, porque al concebir la imagen interna de un dios separado de ellos mismos, quedan escindidos de cualquier responsabilidad y no hacen más que confirmar que nada es posible desde lo humano.

Este modo de pensar es el que hace que el mundo sostenga un nivel de violencia y de ignorancia extremos, y es que la humanidad no se ha dado cuenta aún, que sólo actuando desde nuestra propia divinidad interna podemos mejorarlo.

Contrariamente a esto, la iglesia nos enseña que considerarnos instrumentos divinos constituye un gesto de soberbia, y no un derecho adquirido por estar hechos a imagen y semejanza de ese mismo dios que dice conocer.

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