A MIS QUERIDOS AMIGOS

No nos iremos, no podemos irnos... y además, aunque desaparezcan nuestras preguntas siempre habrá nuevas. Parece que los dioses internáuticos "pisaron el palito". ¿Quién iba a creer que la Pc pudiera darme la oportunidad de expresarme con temas "no convencionales"... o temas que no aparecen publicados ni en las revistas ni en los diarios?...

viernes, 13 de marzo de 2009

¿La mente que investiga en las profundidades de sí misma,emprende un peregrinaje del cual no hay retorno?

Sucede que me interesa el tema porque soy humana y siempre me he preguntado cómo es que hace una mente para observarse a sí misma y en profundidad... ¿desde dónde se observa? o ¿quién es el que observa en realidad?. ¿Soy yo el investigador?... ¿es mi mente?...

¿Cuál es el punto de observación que nos permite esa investigación profunda que nos hará peregrinar sin retorno?... Por el momento, sólo puedo ver la totalidad de mi aspecto físico reflejada en un espejo... ¿cuál será el espejo que me permitirá reflejar mi verdadera totalidad, mi ser completo?...

Cuando mi mente investiga en sus propias profundidades... ¿es capaz de ser objetiva?... ¿ninguna emoción interfiere en esa investigación?... ¿ningún apego?...

Me gustaría aprender todo esto, pero con lo único que cuento es con mi humilde experiencia. Con los años entendí que podía adiestrar mi mente utilizando muchas herramientas concretas, como la meditación o el yoga por ejemplo, y así y todo, obtener respuestas viejas, resultados similares a los que consigue un perro que gira
frenéticamente intentando morder su cola.

Un día sin embargo, sin mapa ni receta, llegué a percibirme como esa totalidad mente-emoción-espíritu que somos todos. El estado me duró unas 2 semanas... imposible explicarlo con palabras!!... fue como un flash de "samadhy", algo totalmente nuevo y sencillamente hermoso. Lo que aprendí fue una cuestión que parece ser muy simple pero no lo es: lo único que nos impide investigar, ver, sentir y percibir la totalidad de nuestro ser, es nuestra imposibilidad de "vivir el aquí y ahora", sin proyectar, sin añorar, sin pensar qué haremos al minuto siguiente... y lamentablemente, en este sentido, nuestra mente se constituye en el peor obstáculo.

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